El cochinillo asado es uno de los platos típicos de Castilla, más específicamente de la ciudad de Segovia, en donde se lo suele preparar para compartir con familia y amigos en celebraciones importantes.
Hacerlo “a la segoviana” da como resultado un cochinillo de piel dorada y carne bien tierna, por lo que no van a fallar a la hora de impresionar al resto de los comensales.
A nosotros nos pareció una excelente idea para probar en año nuevo y disfrutar junto a nuestra familia. Para acompañar, preparamos una salsa de arándanos y una mermelada de cebollas que combinaron a la perfección con nuestro cochinillo crujiente y jugoso.
¿Se animan?
La perlita
Antes de poder arrancar con la receta, me armé de coraje y -al grito de “off with his head!“- tuve que cortarle la cabeza al cochinillo
Cochinillo asado con salsa de arándanos y mermelada de cebollas
Ingredientes
Para el cochinillo
- 1 cochinillo de unos 3 a 4 kilos
- 100 g. de manteca (la receta original pide MANTECA DE CERDO, pero nosotros no pudimos conseguirla y usamos manteca comuncita)
- 4 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco seco
- 1 vaso de agua
- Laurel
- Sal y pimienta
Para la salsa de arándanos
- 300 g. de arándanos
- 150 g. de azúcar
- 100 cc de agua (en la receta original también sugerían oporto)
- Cascaritas de limón
- 1 cda. de jugo de limón
- Una pizca de sal
Para la mermelada de cebollas coloradas
- 1 kg de cebollas cortadas pluma
- Una pizca de sal
- 100 cc de vino blanco seco
- 100 g. de azúcar
- Una ramita de tomillo
Preparación
El cochinillo
Limpiamos el cochinillo con agua y lo secamos por dentro y por fuera con un paño. Salpimentamos.
Luego pelamos los ajos y los machacamos. También picamos las hojas de laurel y mezclamos todo con la manteca. Una vez integrado el ajo, el laurel y la manteca, embadurnamos todo el cochinillo (por dentro y por fuera) y le pinchamos la piel para que pueda salir el aire y quede crujiente. Por otra parte, preparamos una fuente de horno con una base de ramas y hojas de laurel y colocamos el cochinillo con la piel hacia abajo. Incorporamos el vino y el agua y llevamos al horno a media potencia (170º-180º) durante 45 minutos, rociándolo de vez en cuando con los jugos que vaya soltando. Una vez transcurrido el tiempo, damos vuelta el cochinillo y lo llevamos nuevamente a horno durante una hora y cuarto (aprox). Si en alguna parte del proceso el cochinillo se va quedando seco, podemos agregar un poco más de agua (en nuestro caso, no fue necesario).
La salsa de arándanos
En una olla, llevamos al fuego los arándanos, el azúcar, las cascaritas de limón y el agua. Cocinamos a fuego lento (y revolviendo cada tanto) hasta que alcance una consistencia estilo mermelada. Esta salsa puede acompañar pavita, cerdo o carnes frías en ensalada. También queda muy rica acompañando un alguito dulce, como ser un cheescake.
La mermelada de cebollas
Salteamos las cebollas (previamente cortadas pluma) con una pizca de sal, hasta que queden bien claritas. En ese punto agregamos el vino blanco, el azucar y el tomillo, y dejamos a fuego bien bajo hasta que se caramelicen y adquieran una consistencia estilo mermelada. Es ideal para acompañar cerdo, carnes blancas, pato, cordero, incluso medallones de lomo. También se puede usar para una entrada sobre tostaditas con queso brie.
A la mesa!
Troceamos el cochinillo y llevamos a la mesa en una bandeja (o en la misma fuente de horno), junto con 2 recipientes con la salsa de arándanos y la mermelada de cebollas, para que cada comensal pueda elegir con cual acompañar el cochinillo (está permitido probar ambas… decile SI a lo agridulce!)
Fuentes
Para el cochinillo, buscamos en Recetas de Cocina y Spanish Food.
Para la salsa de arándanos y la mermelada de cebollas coloradas, nuevamente nos inspiramos con las ideas de Carolina Aguirre en su blog Wasabi, en Planeta Joy.
De fondo
Rubber Soul, de The Beatles.
2 Comments
Anónimo
4 enero, 2011 at 05:39Consulta a los editores del blog. Si el cochinillo pasa por un orificio en una represa, todavia sirve??
OHHHH YEAHHHH
Favor de preparar goulash con spetzel. Feliz año!
jajandio
12 enero, 2011 at 18:33Un poco de tierra, todavía sirve, todavía sirve!
Anotado el goulash, conseguimos una buena receta y lo hacemos!