Chila

Con motivo del festejo del 30º aniversario de Ale, revolvimos un poco la internet para ver que nos ofrecían de rico los pintorezcos mediodías porteños, y nos encontramos con ésta nota de Carolina Aguirre que nos vino como “anillo al dedo” (sigo en modo novia on, sabrán disculpar los exabruptos). De la larga lista de opciones ofrecidas, hubo una que se destacó: and the queen is… CHILA!

¿Por qué CHILA? Cuando investigamos un poco sobre el lugar y su Chef Ejecutiva, Soledad Nardelli, y leímos sobre todos los premios y reconocimientos que obtuvo mundialmente en los últimos años (especialmente eso de haber sido distinguida como “la Chef del Futuro” por la Academia Internacional de Gastronomía) nos dio mucha curiosidad probar sus creaciones… Y si bien eso de “comer barato” por ser Menú del Mediodía era relativísimo, la ocasión ameritaba un festejo fancy y con vistas a Puerto Madero.
Así fue que cargamos la batería de la cámara, nos emponchamos de pies a cabeza (frío en Buenos Aires!) y nos fuimos para CHILA.

A pesar de que nuestra mesa estaba rodeada de otras varias (una con turistas, otra con businessmen tramando cosas), destaco la tranquilidad y la intimidad que lograba el ambiente del lugar, así como la amabilidad con la que nos trataron de principio a fin.
En cuanto al temita del Menú de Mediodía (de lunes a viernes only), la cosa viene así: un paso $130, dos pasos $180 y 3 pasos $210. Este precio incluye una copa de vino Saint Felicien o de alguna bebida sin alcohol, el té o café y los siempre tan esperados petit fours. En nuestro caso, fuimos con el full monty: 3 pasos y la copa de vino tinto. Teniendo en cuenta que de cada paso habían 2 opciones, los dos Menúes quedaron armados así:

• Mollejas de ternera con mermelada de cebolla y crema de papa y ajo (Según Ale, de las mejores mollejas que probó en su vida!)
• Ragout de osobuco con papas, queso morbier y un muy subterfugiado toque de aceite de trufa.
• Helado de chocolate blanco italiano con salsa de Amarula.

• Degustacion de quesos -Brie, Morbier, Sbrinz y Azul- con sus maridajes -Dulce de Yacaratia, Peras y Frutos Secos- (Para mí, el highlight fue el queso azul con los frutos secos y el pinch de almibar en el que descansaban)
• Rissotto de espinaca con tomates secos y queso brie (Suave y cremoso… manjar!)
• Frutas frescas con almibar de maracuyá y helado de limón (Tan refrescante que me hizo olvidar el frío que hacía afuera)

Luego de hacer nuestro pedido, nos acercaron a la mesa una fina barra de manteca con sal marina y pimienta, y nos ofrecieron distintos tipos de pan de una bandeja superfancy, entre los cuales destaco el pan negro de vino tinto y azucar rubia, y el de queso azul y nueces. Impecables sabores!
El appetizer cortesía de la casa que llegó inmediatamente después se componía de huevo de codorniz en salsa bechamel, espinacas, hongos confitados y ciboulette + unas gotas de aceite de trufa (perfume que nos recordó inmediatamente a nuestro reciente paso por Italia y su deliciosa cocina), acompañado por una pequeña brioche tostada.
Justo antes del postre, nos trajeron un Sorbet de yerba mate y lima para limpiar el paladar.

La perlita

Cuando le contamos a la moza que el motivo de nuestro almuerzo eran los 30 de Ale, nos acercó a la mesa una mini tortita de chocolate (velita incluída) para terminar la jornada gastronómica a puro “queee-lossscumplasss-fe-liiiz”.

Y por muchos, muchos años más de festejos y comida rica… Cheers!