Hubo una epoca en la que Ale, Fer y yo solíamos ir a cenar (casi) todas las semanas a “La Más Querida” (Echeverría y Montañeses) con dos objetivos definidos: 1) pedirnos la pizza especial de la casa (salmón ahumado, champignones, rúcula y albahaca frescas) y 2) pedirnos de postre una pannacotta que -sin exagerar- sabía a cielo.
Un día nos animamos y le preguntamos a uno de los dueños como la hacían: “El secreto de la consistencia está en que usamos yogurt”, nos dijo.
Finalmente (y casi despues de 2 años de guardar este secreto celosamente en nuestros corazones), nos animamos a hacerla en la cocina de casa…
Pannacotta de Yogurt
Un pedacito de nube
Ingredientes
- 2 potes de yogurt natural
- 1 lata de leche condensada
- ½ taza de leche
- 1 vaina de vainilla
- 3 cucharaditas de gelatina en polvo sin sabor, disueltas en ¼ taza de agua fría
- 1 frasco de frutos rojos
- 3 cucharadas de azúcar
Preparación
En una olla, agregamos la leche condensada, la leche y la vaina de vainilla (la tienen que abrir al medio para que suelte las semillitas que tiene adentro) y llevamos a ebullición a fuego medio, revolviendo ocasionalmente. Cuando hierve, retiramos del fuego y dejamos reposar 5 minutos. Tomamos con cuidado la vaina de vainilla (no se quemen!!) y -antes de tirarla- la raspamos para que suelte las semillas que aún queden dentro. Incorporamos la gelatina disuelta y revolvemos hasta que se disuelva.
Por otra parte, pasamos el contenido de los 2 potes de yogurt por un colador, los agregamos a la mezcla e integramos todo con un batidor.
Colocamos en moldes individuales (nosotros usamos uno de silicona tipo flanera) y dejamos refrigerar toda la noche.
Una vez que la pannacotta estaba lista, Ale pensó que sería una buena idea usar el jugo que quedaba en el frasco de frutos rojos (los que usamos para acompañar nuestros pancakes) más las frutitas que aún había en el fondo para hacer una especie de “coulis”: pusimos el líquido (menos de 1/2 frasco) y los frutitos en un jarrito, le agregamos bastante azúcar y lo llevamos al fuego hasta que rompió en hervor. Luego lo dejamos reducir a fuego mínimo por unos cuantos minutos (a gusto), hasta que se fomó una “salsa” concentrada que usamos para decorar (y acompañar) nuestro postre ya desmoldado.
Tip: Pueden romper algunos merenguitos y espolvorearlos sobre la pannacotta y sobre el coulis.
Fuente: Inspirada en la pannacotta de “La Más Querida“
De fondo:
Moon Safari, de Air
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