Fue como un déjà vu pero no.
Estuvimos en ese mismo lugar casi un año antes, pero muchas cosas habían cambiado.
Más allá de las cuestiones físicas más evidentes en el Salón Principal (un estilo mucho más nórdico, caracterizado por la predominancia de madera clara en pisos, paredes y mesas), todo el ambiente se percibía diferente -más cálido y sencillo- invitando a disfrutar de una comida distendida.
Charlando con Ed Holloway, el nuevo super chef irlandés de UCO, nos contó que el nombre nace como un homenaje al Valle de UCO en Mendoza, una tierra mágica de paisajes infinitos y colmada de productos frescos y buenos vinos, por la que tanto él como Andrés Rosberg (Sommelier Ejecutivo) sienten un especial afecto. Será tal vez por su brevísima extensión que UCO resulta un nombre fuerte, evocativo y fácil de recordar, a la vez que sencillo de pronunciar tanto en español como en inglés, un dato no menor para su público extranjero. El logo, un sacacorcho estilo Samuel Henshall en el centro, y un par de cubiertos parrilleros ubicados a cada lado, es la personificación de todo lo que está bien en esta vida.
Elegimos una mesa adentro (afuera llovía), coronados por la foto de un alegórico racimo de uvas. En ningún momento durante la extensión de nuestro almuerzo el jardín que yacía a nuestras espaldas se privó de desplegar su belleza (ahora mojada y mucho más poética), recordándonos que tenemos pendiente usarlo como escenario de nuestra próxima comida. No desesperes handsome, prometemos volver.
Es en este punto del relato donde Carlos (nuestro asistente de Salón) y su buena onda sostenida entran en escena, destacándose como uno de los principales responsables de que cada detalle alrededor de nuestro almuerzo fuera perfecto. De hecho, fue gracias a su atinada recomendación que nos decidimos a pedir el Sharing is Caring, un menú especialmente pensado para compartir que permite elegir 6 opciones de las 9 ofrecidas. Incluye además el agua y una copa de vino por cada comensal. A continuación detallamos nuestra selección, para que se les agüe un poco la boca.
Trucha ahumada con quebracho y ensalada de hinojo
La ensaladita de hinojo y unos pistachos por aquí y por allá fueron los encargados de sumar textura al intenso sabor de la trucha ahumada, que llegó a la mesa sobre una tabla de madera rústica, presentada en finísimas lonchas. Buen comienzo!
Tomate, burrata, berenjenas asadas, brotes de albahaca
Ante la falta de burrata (maldito feriado) los tomates estaban acompañados por unas sabrosas hebras de parmesano, que bien supieron estar a la altura. Destacamos el riquísimo sabor del pesto y el perfume de la albahaca, ya que ni fue necesario acercar la nariz al plato para percibirlo.
Paté de conejo con chutney de pera
Bocado tras bocado (tras bocado, tras bocado), este untuoso paté probó ser una de las perlitas del almuerzo. Sus amigos, una tostada de pan de campo por debajo y la cantidad justa de chutney de pera por encima, no hicieron más que potenciar su sabor tan particular.
Empanadas capresse con pesto de menta y albahaca
Bien sequitas y crujientes, rellenas de quesito tibio que explotaba en la boca al morderlas. Ñam!
Mixto frito de mariscos y pesca con alioli de ajo asado
Se presentó frente a nosotros un pintorezco grupo de cornalitos, chipirones y langostinos fritos, acompañados por un alioli de ajo asado del que hicimos uso (y abuso). El detalle de color que por un momento nos transportó a nuestros días en Londres fue la hoja de diario inglés en la que llegó envuelto el mixto, muy fish-N’-chips-style.
Cuanta nostalgia.
Paco’s Wings
El padre de estas deliciosas alitas cubiertas con una salsa de la hostia es Paco, el jefe de cocina de la mañana, que al parecer se antojó con hacer este plato y tan bien le salió que Ed que no dudó ni un momento en incorporarlo al menú (gracias a DIOS). La salsita espesa, dulzona y divina que las recubría casi por completo tiene no menos de 24 ingredientes, entre ellos un poco de buen bourbon (obvio que Jack Daniel’s), salsa de soja, miel y jarabe de malta. El resto es un shhhhsecreto que muy sabiamente Ed y Paco guardan bajo siete llaves.
Los vinos
Arrancamos la previa con un Alma 4 Pinot Chardonnay 2011 de Familia Zuccardi. El almuerzo lo acompañamos con un Primogénito Malbec 2011 de Bodegas Patritti, y rematamos con un elegante Zuccardi Zeta 2010 de notas frutales y flores suaves. Un verdadero lujo.
Cuando nuestra aventura parecía estar llegando a su fin, decidimos ir a por todo y sumar al total un postre compartido, adhiriendo a la propuesta del Sharing is Caring con la que nos deleitaron durante el almuerzo. Elegimos entonces (también por recomendación de Carlos), un Sablé bretón con frutas rojas de estación + granita de yogur y menta. Y la verdad que no nos defraudó: montado en un plato hondo blanco que resaltaba aún más el color rojo de los frutos, este postre incluía una fina base de sablé bretón, cubierto por una capa de crème anglaise aromatizada con chaucha de vainilla de madagascar, y rodeado por un puñado de frutillas, cerezas y arándanos frescos cortados en trozos. El topping, una granita hecha con el suero de yogurt estilo griego caserísimo que se prepara diariamente en la cocina de UCO para la hora del desayuno, balanceba con su particular acidez este postre fresco y vibrante con el que concluímos un almuerzo de esos que no se olvidan.
Soler 5862 (Palermo) | |
3220-6800 | |
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Abierto todos los días, de 7.30 a 23.30hs. | |
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