Let me take you down ‘cause I’m going to… Strawberry fields… Nothing is real
And nothing to get hung about… Strawberry fields forever
The Beatles, Strawberry Fields Forever

En casa se vinieron con todo el calor y las vacaciones (sí, nos tocaron en diciembre…) y con ellos empezamos a pensar en las fiestas y en cuál podía ser nuestro aporte a la mesa navideña de este año. Aunque todavía no decidimos si vamos a llevar algo salado o algo dulce, estamos haciendo el mejor uso de nuestro tiempo libre en casa para ir probando diferentes opciones en la previa a los festejos.

Sabemos que arrancar la lluvia de ideas en clave de postre puede resultar controvertido. ¿Quién, en su sano juicio, llega entero a probar lo dulce teniendo a disposición largas mesas cargadas de comida –entradas frías y ensaladas de todo tipo y color, pollo al horno trozado o lechoncito para los suertudos, o el regio de asado que se mandó el tío– y el estómago ávido de atracones precoces?

Tradicionalmente, el postre navideño suele ser eso que alguien dejó ahí en la mesa, entre el pan dulce y los turrones blandos de caja navideña, a lo que nadie le presta especial atención. Menos aún cuando compite con la ensalada de frutas de la abuela o con el helado de Freddo. Decidimos, entonces, que era hora de darle una vuelta de tuerca: ¿qué pasaría si les dijéramos que, para el final de la velada, tenemos descansando en la heladera una deliciosa tarta con base de galletitas oreo, rellena de ganache de chocolate y cubierta por frutillas y frutos secos picados? Ya los veo a todos considerando si engullirse o no ese bocado extra de matambre montado con rusa….

Por si todavía tienen dudas, no es un dato menor que sea una receta extremadamente sencilla de hacer y más aún de ensamblar, y que requiera de CERO horno. Eso si, la dejan descansar al menos dos horitas en la heladera, para que cuando la lleven a la mesa y la compartan en porciones, les queden unos triangulitos bien erguidos y perfectos, dispuestos a salir a la cancha a conquistar el corazón hasta de los menos golosos.
Para terminar, un detalle: si gustan de combinar el chocolate con la sal, consideren para fruto seco usar unos pistachos salados, que en nuestro caso sumaron como locos en sabor, color y textura.

Ahora sí, me atienden el paso a paso.

Tarta de Chocolate y Frutillas

Strawberry Chocolate Tart

Ingredientes

(para una tarta de 10 porciones)

• 32 Galletitas Oreo (unos 3 paquetes)
• 110gr de manteca derretida
• 200gr de chocolate con leche
• 100gr de chocolate semiamargo
• 200ml de crema doble
• 300gr de frutillas
• 50gr de pistachos

Preparación

Ponemos las galletitas (con relleno y todo, para más placer!) en la procesadora y las picamos bien, hasta que queden hechas migas. Añadimos la manteca derretida y seguimos procesando hasta que la preparación quede homogénea. Ayudados con la parte de atrás de una cuchara, extendemos la mezcla sobre un molde para tarta. Les sugerimos usar los dedos para lograr un espesor parejo. Una vez lista nuestra base, llevamos a la heladera mientras preparamos el relleno.

Cortamos nuestras tabletas de chocolate en trozos pequeños y las ponemos en un bowl. Colocamos una sartén pequeña sobre fuego medio y ponemos la crema doble unos minutos hasta calentarla (no es necesario que hierva, pero sí que esté bien bien caliente). Vertemos la crema sobre el chocolate, lo dejamos reposar 1 minuto y lo mezclamos con una cuchara de madera hasta que quede bien disuelto y homogéneo.

Ya estamos listos para ensamblar todo! Retiramos nuestra base de la heladera y le vertemos la ganache hasta cubrir cada rincón. Colocamos las frutillas por encima (pueden o no cortarlas al medio, your choice!) y volvemos a llevar a la heladera por al menos 2 horas. Antes de servir, completamos con unos frutos secos picados, en este caso usamos unos pistachos salados cuyo sabor combinó perfecto con el del chocolate.

Fuente

Una riquísima idea que nos trajimos de Home Cooking Adventure.

De fondo

Strawberry Fields Forever, de Los Beatles.